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Perforar el techo de cristal para las empresas lideradas por mujeres: imparcialidad e inclusión a través de las contrataciones abiertas

Imagine que usted está al frente de una exitosa organización contable y le interesa participar en la licitación de un contrato público. Ha escuchado que el gobierno suele pagar los trabajos varios meses después de terminados, de modo que, para poder postularse, va a tener que pedir un préstamo. Cuando se presenta en el banco, le piden conversar con un socio comercial de sexo masculino o con su esposo. Al no tener acceso a posibilidades de financiamiento, usted decide no participar en la licitación.

Este es apenas un ejemplo —entre los muchos que escuchamos durante nuestra investigación— de que, por generaciones, las mujeres emprendedoras han tenido dificultades para participar en las contrataciones públicas, un mercado valuado en 9,5 billones de dólares a nivel mundial. Y también están aquellas que no participan porque creen que no reúnen los requisitos, no tienen tiempo para completar documentación interminable o piensan que se ha decidido de antemano quiénes resultarán favorecidos.

Distintos estudios han documentado de manera sistemática que no hay suficiente presencia de empresas lideradas por mujeres entre los proveedores. Junto con Value for Women, nos propusimos investigar qué obstáculos enfrentan concretamente las mujeres en las contrataciones públicas y qué prácticas emergentes están ayudando a que haya más imparcialidad e inclusión.

Nuestra investigación arroja luz sobre los obstáculos que enfrentan las mujeres emprendedoras al intentar participar en las adquisiciones públicas y qué estrategias pueden generar mayores oportunidades económicas para las empresas lideradas por mujeres. Ahora que los gobiernos evalúan cómo volver a poner en marcha la economía tras la pandemia de coronavirus, es momento de incorporar la contratación inclusiva y sensible a factores de género, que puede contribuir a una recuperación más equitativa y sostenible.

Analizamos investigaciones anteriores y dialogamos con 14 expertos, como empresarias, miembros de la sociedad civil, académicas y funcionarias públicos de América Latina para entender por qué se desalienta a las mujeres y no se considera seriamente que puedan ser proveedoras del gobierno. También analizamos algunas prácticas innovadoras en la contratación que fomentan el empoderamiento y la inclusión. En particular, se evaluaron los enfoques de la Ciudad de Buenos Aires, la República Dominicana y Chile, que incluyeron el uso de datos abiertos y contrataciones abiertas. 

En la investigación se incluye un conjunto de recomendaciones para que las adquisiciones públicas tengan en cuenta consideraciones de género, que se resumen en el cuadro siguiente.

Si le interesa conocer qué enseñanzas obtuvimos, lo instamos a consultar el documento completo de la investigación. Si no tiene tiempo suficiente, le sugerimos leer el resumen sobre los principales desafíos y las recomendaciones en nuestro informe sobre perspectivas clave.

Las tres perspectivas siguientes ayudarán a empoderar a las empresas lideradas por mujeres:

Para cambiar la situación, primero se la debe cuantificar

En primer lugar, necesitamos más datos sobre las empresas lideradas por mujeres. Sin un punto de referencia, no será posible hacer un seguimiento de los avances. Para entender en qué medida las mujeres (y otros grupos sin suficiente representación) participan en las adquisiciones públicas, los gobiernos deben ponerse de acuerdo con respecto a qué grupos se debe dar seguimiento y cómo definirlos, y publicar esta información como parte de los datos sobre oferentes y proveedores.  

Colaborar con comunidades diversas

En segundo lugar, convocar a actores interesados heterogéneos es un pilar fundamental de las contrataciones abiertas. Esta investigación muestra que es sumamente importante consultar a las empresas lideradas por mujeres y obtener sus observaciones, a fin de identificar enfoques innovadores para las comunidades. Según lo que sugieren nuestras entrevistas, esta colaboración a menudo se limitaba a la investigación de mercado, pero luego los contratos se adjudicaban a los actores tradicionales. Cuanto antes tenga lugar este diálogo en el ámbito de las adquisiciones, mejores serán los resultados.

Aceptar aquello que no puede cambiarse, pero realizar los cambios que sí son posibles

Por último, las empresas lideradas por mujeres tienen dificultades para acceder al financiamiento debido a actitudes sesgadas y a la discriminación por parte de entidades bancarias. Este podría parecer un problema “que excede a las adquisiciones públicas”; sin embargo, si los gobiernos pagan a los contratistas en tiempo y forma, se reduce la necesidad de obtener financiamiento. Una vez que entienda cuáles son los problemas de fondo, debe identificar de qué formas usted podría contribuir a la solución.

Para Open Contracting Partnership, empoderar a las empresas lideradas por mujeres seguirá siendo una cuestión prioritaria. Hasta el momento, nuestras investigaciones se han centrado mayormente en ejemplos de América Latina. Tenemos previsto analizar si nuestros hallazgos sobre obstáculos y soluciones también resultan pertinentes en otras regiones del mundo, como África, Asia y Europa. Asimismo, volcaremos lo que hemos aprendido por medio de esta investigación a la asistencia técnica que brindamos a los socios en los países.

Todavía queda mucho camino por recorrer hasta que haya condiciones equitativas para las empresas proveedoras lideradas por mujeres. Generar apertura en el mercado de las adquisiciones públicas ayudará a corregir desigualdades sistémicas, identificar a las empresas mejor preparadas para brindar las soluciones más eficaces y demostrar que las adquisiciones sensibles al género no solo son una medida correcta, sino además conveniente en términos comerciales.

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