Open Contracting Partnership comenzó en 2015 con una idea simple pero poderosa: abrir las contrataciones públicas para que realmente sirvan a las personas. Desde entonces, lo que empezó en un escritorio en Washington D.C. con un equipo pequeño ha crecido hasta influir más de $120 mil millones en gasto público.

Desde el primer día, nuestra misión fue simple pero radical: convertir la contratación pública de una caja negra a un libro abierto. Vimos una oportunidad única para mejorar el funcionamiento del gobierno, destinando el dinero de los contribuyentes de forma justa y eficaz a escuelas, carreteras, hospitales y servicios vitales que todos necesitan.

Diez años después, casi 80 gobiernos, empresas y la sociedad civil utilizan los OCDS. Para nuestra satisfacción, las motivaciones para su adopción van mucho más allá de la transformación digital y se centran en utilizar la contratación abierta como palanca para reformas sociales, económicas y ambientales más amplias.

Los contratos públicos son fundamentales para el gobierno. El mercado de adquisiciones más grande del mundo, que abarca uno de cada tres dólares del gasto público, ofrece una oportunidad única para optimizar el funcionamiento del gobierno y mejorar la calidad de vida de las personas. Contribuye a brindar servicios de salud asequibles, educación de calidad, infraestructura resiliente al clima y mucho más.

Al centrarnos en objetivos políticos, coaliciones de cambio y soluciones digitales, hemos visto cómo la contratación abierta genera resultados y mejora la calidad de vida de los ciudadanos en países de todo el mundo. Estimamos que nuestro trabajo ha llegado a 220 millones de personas. Esto significa que cada dólar invertido en la Alianza para la Contratación Abierta ha beneficiado a cinco personas.

Aunque vivimos en tiempos difíciles, no planeamos irnos a ninguna parte. Con nuestro equipo global, redoblaremos nuestros esfuerzos para apoyar a nuestros increíbles socios en todo el mundo para impulsar ese cambio. Y la comunidad global de contratación abierta está cumpliendo: construyendo soluciones innovadoras para garantizar infraestructuras resilientes al clima contra inundaciones, empoderando a las pequeñas empresas para que participen en la contratación pública e impulsando la reconstrucción de Ucrania.

Así que, tomémonos un momento para inspirarnos y vayamos más allá de las especificaciones técnicas, RfPs, CPVs, y e-GPs.

Los invitamos a reflexionar sobre la última década y a conocer a algunas de las personas cuyas vidas han cambiado gracias a una mejor contratación pública: Cathyline de Uganda, Laura y Grecia de Buenos Aires, los niños de Ruta, Ucrania y Natalia en Palmira, Colombia.